Elvis concluyó su trabajo en los estudios American Sound el 22 de febrero de 1969. Al mirar atrás pudo sentirse orgulloso por la fabulosa obra creada, que supuso un hito en su carrera y, por extensión, en su alma. Quizá se sintiera particularmente bendecido por los dones de su voz y su capacidad interpretativa y, en un gesto de gran humildad y gratitud, escogió "Who Am I", un tema religioso en el que se pregunta quién es él para merecer el sacrificio en la Cruz del hijo de dios. Canta con devoción para despedirse del lugar y de los días en que lo divino y lo humano parecieron confabularse a favor del que quizá sea el mejor conjunto de canciones del Rey.
Es muy significativo que Elvis concluyese su trabajo de estudio(*) en los sesenta-y a la década misma-con un canto espiritual, volviendo a ese canal con el que, siendo un niño, se enamoró de la música. De alguna manera, Elvis ha renacido y se halla, como aquel niño que fue, ante un futuro lleno de sorpresas, de belleza y de sinsabores. Y como aquel Elvis infantil, quiso vivir en la música y darse en cada canción.
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