En el mes de mayo de 1957, Elvis tuvo que ser hospitalizado, ya que sufrió un grave accidente, que podía haberle costado su carrera como cantante.
Se encontraba rodando la película Jailhouse Rock, en el estudio de la MGM, Hollywood California, y mientras hacía una secuencia de baile, se le desprendió una de sus fundas dentales de porcelana, la cual desafortunadamente se tragó, se le deslizó por la tráquea quedando alojada en su pulmón derecho. Se cree que el accidente tuvo lugar durante el rodaje de la famosa coreografía de Elvis bailando con los presos, cantando Jailhouse Rock.
Cuando empezó a experimentar dolor en el set de rodaje, le llevaron inmediatamente al Hospital Cedars of Lebanon, donde las radiografías mostraron que la funda estaba alojada en el pulmón.
Por este motivo los médicos tuvieron que practicarle una broncoscopia de urgencia y, mediante aspiración, consiguieron extraer la funda de su pulmón. El riesgo estaba, obviamente, en que debían introducir tubos por su garganta, con el riesgo de afectar a sus cuerdas vocales, y los médicos tenían miedo de no poder conseguirlo sin afectar su garganta o su aparato respiratorio.
Afortunadamente no tuvieron que realizar ninguna incisión y la intervención fue todo un éxito.
Un portavoz de MGM dijo que Elvis permanecería en el hospital durante la noche y probablemente se recuperaría en su hotel durante los dos días siguientes.
A la salida del hospital, un grupo de enfermeras empezaron a aparecer por todas partes, para ver y acompañar a Elvis, que vestido con una camisa de seda azul y una chaqueta roja, caminaba desde el hospital hasta su Cadillac. Las enfermeras que vemos en las fotos son Beverly Altomore (izquierda) y Elissa Martyn.
Afortunadamente Elvis se recuperó y todo quedó en un susto.
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